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Hasta 3 días para cargar y cómo esto afectará a las familias aunque no consuman diésel. No son buenas noticias.

Hasta 3 días para cargar y cómo esto afectará a las familias aunque no usen diésel. No son buenas noticias.

Los transportistas de combustible reportan esperas de más de dos días para cargar en la Terminal de Abastecimiento y Despacho (TAD) de Petróleos Mexicanos (Pemex) en la parte sur la frontera. De acuerdo con algunos entrevistados, un procedimiento que debe tardar sólo dos horas, ha presentado una congestión sobre todo en los últimos tres meses y paradójicamente, se ha observado un aumento en la presencia de tractocamiones procedentes desde otros estados. Un transportista procedente de Jiménez señaló también que desde hace cuatro meses debió empezar a viajar hasta Ciudad Juárez debido a que en la TAD de Chihuahua no había combustible. Pemex prioriza el abastecimiento de sus pipas, medio de transporte del combustible que está siendo más utilizado ante las tomas clandestinas en los ductos dado que es más fácil escoltar con la Guardia Nacional estos vehículos, que abrir de nuevo la llave en los ductos plagados de tomas clandestinas.

De momento Pemex no ha emitido declaraciones ante estos hechos. Muchos especialistas, han señalado que ante la preocupante escases mundial y la irrevertible escalada de precios que ahonda el problema inflacionario a nivel internacional, la crisis parece irrevertible a corto plazo y el impacto será un mas devastador debido al cambio climático y los miles de millones de personas que continúan con sus rutinas festivas como no existiera la crisis climática o política. Los expertos ya han definido que el primer impacto real se notará en la economía de los trabajadores y el usuario promedio de gasolina. Esta carencia afecta la economía mundial aún más, puesto que todos los vehículos de carga pesada, barcos, maquinaria de construcción y agrícola, termoeléctricas y fabricas de todo tipo tendrán que cesar actividades cuando el desabasto sea irremediable.

Hasta que eso pase, vamos a enfrentar una ola de encarecimiento en todos los bienes de consumo, así mismo, una creciente de criminalidad empujada por la incapacidad de las comunidades para haber previsto esta crisis. Actualmente ya se están presentando problemas de movilidad y orden público en lugares tan dispersos como Sri Lanka, Yemen, Ecuador y una incertidumbre sin sosiego en Europa que importaba 2 terceras partes de crudo Ruso que refinaban antes de que Rusia implementara las sanciones a los Estados de la OTAN por la guerra. Mientras que los británicos hoy pagan más de 100 libras esterlinas (US$125) para llenar el tanque de su auto -con un valor por litro de unos US$2,30-, los conductores de camiones en EU pagan US$1,50 el litro, el valor más alto jamás registrado en ese país. Los costos están afectando particularmente a las flotas de camiones más pequeñas que constituyen la mayor parte del mercado de camiones. En las rutas del centro y norte de Argentina las largas filas de camiones esperan para cargar combustible, limitado en muchos lados a 20 litros por vehículo (una pequeña fracción que los deja fuera del mercado).

La parálisis económica que provocaron las cuarentenas en 2019 y 2020 hizo que se desplomara el uso de combustibles, llevando a que las refinerías redujeran su producción. Algunas, incluso, cerraron sus puertas de forma definitiva y otras decidieron reconvertirse para refinar combustibles renovables, como parte de una transición del sector energético hacia fuentes más limpias y amigables con el medio ambiente, pero cuando el mundo se fue reactivando a partir de 2021, la demanda de diésel rápidamente superó la oferta.

El último informe económico del Banco Mundial (BM) de esta semana, confirma que se está viendo “una abrupta desaceleración del crecimiento”, y advierte que esto eventualmente generará una “estanflación”, como se le llama al bajo crecimiento económico combinado con una elevada inflación.

“La escasez mundial de gasoil indica que el ciclo económico está llegando a su punto máximo y que es inminente un período de crecimiento más lento o incluso una recesión para que el consumo vuelva a estar en línea con la producción”

John Kemp – analista de mercado de la agencia Reuters
Hasta 3 días para cargar y cómo esto afectará a las familias aunque no consuman diésel. No son buenas noticias.
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